Suerte charra en la que la mujer participa activamente con un conjunto de ejercicios ecuestres realizados a galope por un grupo de ocho integrantes, vestidas de charras o de adelitas, montadas al estilo mujeril sobre una albarda (con la derecha pierna cruzada). Ejecutada al ritmo de la música con evoluciones ágiles, audaces y valientes, la escaramuza charra brinda al público un espectáculo lleno de emoción y colorido.
Hoy en día esta suerte presenta un alto nivel competitivo a nivel Nacional e Internacional.
Consiste en arrancar los suspiros del público, y saltar de un caballo manso a
una yegua bruta todo esto corriendo alrededor del ruedo.
Esta difícil
suerte necesita gran pericia, el Charro sigue a una yegua en el ruedo, la cual
se hace pasar a toda velocidad, para que el Charro se le empareje, pasándose de
su caballo (manso) a la yegua en suerte (bruta), para después aguantarle los
reparos sosteniéndose solamente de las greñas de la yegua hasta que esta se
detenga.
El Charro tendrá solo 2
vueltas al ruedo para ejecutarla y no deberá caerse para que el charro bonifique
puntos a su causa.
Estando el charro montado en su caballo , a una distancia de cuatro metros contados a partir de la barrera que divide a los espectadores del ruedo, se debe lazar de las manos a una yegua que es arreada a toda velocidad por tres charros alrededor del ruedo adornándose con diferentes movimientos de floreo para finalmente derribarla.
Las manganas consisten en que un charro situado en cualquier lugar del ruedo a
una distancia mínima de cuatro metros de la barda perimetral, después de florear
su reata lace los cuartos delanteros del equino que siendo arreado por tres
charros montados a caballo desarrollará su carrera una vez manganeado (lazado
delas manos) el charro manganeador
estira su reata para derribarlo. El cual corrió una sola vuelta a partir del
lugar donde el manganeador soltó su floreo.
Esta faena consiste en que un charro monte a una yegua o caballo brutos con la
finalidad de permanecer montado en el lomo del animal desde su salida del cajón
hasta que deje de reparar, para ello, se encajonará al equino y con un equipo de
auxiliares la apretalarán para que pueda montarse y acomodarse el jinete, mismo,
que dará la indicación para que se abra la puerta del cajón, la faena inicia en
el momento en que los jueces dan la orden para contabilizar el tiempo para
apretalamiento, y termina cuando el charro se desmonta por cualquier razón.
La faena de la terna en el ruedo consiste en que tres charros lazadores montados a caballo y en una condición de equipo deberán lazar a un toro, pialarlo y derribarlo. Para hacerlo dispondrán de tres oportunidades cada uno ya sea para lazar la cabeza del toro o para intentar su oportunidad el primer charro, la intentará el segundo y posteriormente el tercero, y así sucesivamente hasta agotar sus oportunidades. Podrán intentarse lazos y píales floreados o sencillos.
La faena inicia al abrirse la puerta del cajón por donde saldrá el toro se haya este jineteado o no, en ese momento, los jueces iniciarán el conteo de ocho minutos de los que dispondrán los lazadores para ejecutar la suerte y esta terminará cuando después de lazarlo y pialado el toro lo derriben de panza o rindiendo costillar y paleta (en ese momento terminara el conteo de tiempo); la faena terminará también cuando se agoten las oportunidades de los lazadores o transcurran los ocho minutos, habiéndose consumado o no la faena. Después de derribado el toro el equipo dispondrá de hasta un minuto para limpiar al toro, acción que deberán hacer dos charros como máximo y deberán ser miembros del mismo equipo.
Esta faena consiste en que un charro monte a un toro con la finalidad de permanecer montado en él hasta que el toro deje de reparar, para ello se encajonará al toro y con un equipo de auxiliares lo apretalarán para que pueda montarse y acomodarse el jinete, mismo que dará la indicación para que se abra la puerta del cajón, la faena inicia en el momento en que los jueces dan la orden para contabilizar el tiempo para apretalamiento, y termina cuando el charro se desmonta por cualquier razón.